Las etapas del adiestramiento canino que te presento aquí, son las fases por las que atraviesa un ejercicio de obediencia desde el inicio de su aprendizaje hasta que está consolidado como un hábito más de tu perro.
Algunos ejercicios de obediencia canina atraviesan todas estas etapas, mientras que otros sólo requieren de algunas. De todos modos, las 12 etapas del adiestramiento canino que yo tomo en cuenta son:
1. Conseguir la conducta básica
Lo primero que debes hacer para enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio de obediencia es conseguir la conducta básica. En esta etapa no te interesa conseguir la conducta perfecta, sino solamente un bosquejo general del resultado final.
Por ejemplo, al entrenar a tu perro para sentarse a la orden, la primera etapa sólo consiste en que su trasero toque el suelo. Ésta es la conducta básica y no necesita ser precisa ni rápida ni elegante.
2. Perfeccionar la conducta
En esta segunda etapa buscas pulir la conducta básica para que se aproxime lo más posible al resultado final que deseas. Al perfeccionar la conducta buscas precisión.
Por ejemplo, ya conseguiste que tu perro se siente (la conducta básica) y en esta etapa buscas que lo haga derecho y cuadrado; es decir, distribuyendo su peso equitativamente (la conducta perfeccionada).
3. Generalización inicial de la conducta
Una vez que consigues una conducta lo más aproximada a la que deseas, debes conseguir que tu perro la realice aunque tu posición y ubicación cambien. De esta forma, empiezas a generalizar dicha conducta y evitas que el lenguaje corporal y las variables ambientales se conviertan en eventos antecedentes.
Por ejemplo, ya conseguiste que tu perro se siente derecho y cuadrado frente a ti. En esta etapa debes conseguir que lo haga aunque tú estés de lado, mirando hacia el techo, sentado, trotando en tu posición, saltando, etc. También debes conseguir que tu perro se siente aunque tu ubicación dentro del lugar de adiestramiento cambie (en una esquina, en el centro, etc.).
4. Introducir la orden
Las tres etapas anteriores las llevas a cabo sin utilizar ninguna orden de adiestramiento canino. Es recién en la etapa cuatro que introduces la orden.
En esta etapa consigues que tu perro realice la conducta que venías entrenando, sólo si se lo pides. En otras palabras, refuerzas la conducta cuando ocurre después de la orden pero extingues las conductas que ocurren sin orden.
Por ejemplo, al empezar a usar la orden para que tu perro se siente, sólo refuerzas aquellas repeticiones en que lo hace después de la orden. Todas las repeticiones en que tu perro se sienta sin la orden, son repeticiones fallidas y no las debes reforzar. Cuando has conseguido introducir la orden, tu perro se sentará cuando la escucha, pero no en otros momentos de la sesión de adiestramiento canino.
5. Perfeccionar la respuesta
En la segunda etapa perfeccionaste la conducta lo más que pudiste. Sin embargo, esa conducta no era la respuesta a una orden tuya, por lo que ahora te toca perfeccionar la respuesta.
Para perfeccionar la respuesta de tu perro tienes que conseguir que realice el ejercicio con la mayor velocidad (menor latencia después de la orden) y mayor precisión posibles. También debes conseguir que tu perro responda a la orden aunque estés mirando en otra dirección, estés sentado, saltando, trotando sobre tu sitio, moviendo los brazos, etc. Y que lo haga aunque estés en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento.
Esta etapa viene a ser como poner junto todo el adiestramiento de las etapas dos, tres y cuatro.
Por ejemplo, tu perro ya sabe sentarse a la orden pero tarda en hacerlo. Es decir que la latencia de la respuesta es alta. Es en esta etapa que te concentrarás en reducir la latencia (aumentar la velocidad de respuesta). En las etapas anteriores todavía no has completado suficientes criterios de adiestramiento para reducir la latencia.
Ten en cuenta que después de haber entrenado un ejercicio puedes necesitar volver a esta quinta etapa de adiestramiento para mejorarlo o arreglarlo si se hubiese deteriorado.